
Este texto de la autora Sonia Montecino es muy interesante. Es un análisis al colectivo chileno a partir del elemento mestizo y la búsqueda de lo latinoamericano, que se desenvuelve entre el género de lo masculino y de lo femenino.
La autora plantea la importancia del icono mariano (Virgen María) en América Latina, para la construcción de las identidades de género y para la reproducción de ciertos valores ligados a lo femenino. Este ícono Mariano, nos remonta a necesitar de el amor materno, el de la diosa madre. Otorga a hombres y mujeres una identidad y cualidades específicas acerca de lo que es ser hombre (hijo, huacho, mamitis) y mujer (la Madre, sacrificada, buena, asexuada). Dios (el padre) se presenta como un padre ausente, autoridad que solamente provee y no se involucra en la crianza. En Latinoamérica, la figura de la Madre Virgen se ha privilegiado frente a otros, como el de esposa, hija o trabajadora.
Otro elemento crucial de nuestra identidad como latinoamericanos y mestizos, es la ilegitimidad originada especialmente en la época de la Colonia donde era común que el hombre sembrara sus semillitas donde se le antojaba, creando así la ¿figura? de un padre ausente. Surge la imagen del huacho, ese ser que es causa de burlas debido a su origen, donde la solución es guardar las apariencias y el culto a "no ser roto, y ser gente".
Durante mucho tiempo, se ha criado a hombres y a mujeres en base a estos roles. Se ha legitimado que el hombre tenga derecho a irse porque su mujer " no lo trata bien" , y algunas mujeres que siempre están ocupadas con la casa, se quejan de no tener tiempo para nada, por tratar de ser las super mujeres, pero más que nada, madres de sus hijos y de su marido.
Yo misma me incluyo en el grupo de las Super Marías (por algo el 10% de las chilenas lleva ese nombre), muchas veces me he sorprendido siendo la mártir y la sacrificada; y quejándome por ello....
Chilenas, sacudámonos esas ideas y aspiremos a ser mujeres plenas, no a ser quejosas amargadas.
La autora plantea la importancia del icono mariano (Virgen María) en América Latina, para la construcción de las identidades de género y para la reproducción de ciertos valores ligados a lo femenino. Este ícono Mariano, nos remonta a necesitar de el amor materno, el de la diosa madre. Otorga a hombres y mujeres una identidad y cualidades específicas acerca de lo que es ser hombre (hijo, huacho, mamitis) y mujer (la Madre, sacrificada, buena, asexuada). Dios (el padre) se presenta como un padre ausente, autoridad que solamente provee y no se involucra en la crianza. En Latinoamérica, la figura de la Madre Virgen se ha privilegiado frente a otros, como el de esposa, hija o trabajadora.
Otro elemento crucial de nuestra identidad como latinoamericanos y mestizos, es la ilegitimidad originada especialmente en la época de la Colonia donde era común que el hombre sembrara sus semillitas donde se le antojaba, creando así la ¿figura? de un padre ausente. Surge la imagen del huacho, ese ser que es causa de burlas debido a su origen, donde la solución es guardar las apariencias y el culto a "no ser roto, y ser gente".
Durante mucho tiempo, se ha criado a hombres y a mujeres en base a estos roles. Se ha legitimado que el hombre tenga derecho a irse porque su mujer " no lo trata bien" , y algunas mujeres que siempre están ocupadas con la casa, se quejan de no tener tiempo para nada, por tratar de ser las super mujeres, pero más que nada, madres de sus hijos y de su marido.
Yo misma me incluyo en el grupo de las Super Marías (por algo el 10% de las chilenas lleva ese nombre), muchas veces me he sorprendido siendo la mártir y la sacrificada; y quejándome por ello....
Chilenas, sacudámonos esas ideas y aspiremos a ser mujeres plenas, no a ser quejosas amargadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario